Cuentan de un sabio, que un día
tan pobre y mísero estaba,
que sólo se sustentaba
de unas yerbas que cogía.
«Habrá otro», entre sí decía,
«más pobre y triste que yo?»
Y cuando el rostro volvió,
halló la respuesta, viendo
que iba otro sabio cogiendo
las hojas que él arrojó
Pedro Calderón de la Barca
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1 comentario:
No puedo dejar de mencionar, una frase típica...“el mundo es chico”... y la globalización uff!!!
Sólo puedo decir, interesante tu blog y tus publicaciones. (sencillo pero bueno).
El hombre sabio no debe abstenerse de participar en el gobierno del Estado, pues es un delito renunciar a ser útil a los necesitados y una cobardía ceder el paso a los indignos.
Filósofo grecolatino.
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